lunes, 5 de marzo de 2018


Clubes de Barrios - Ausencia de políticas públicas y aumento de tarifas de servicios públicos.












Argentina cuenta con una comunidad deportiva que según los últimos datos de distintos estudios realizados por distintas consultoras y universidades, nuclea unas 10 millones de personas que practica todo tipo de deportes de forma recreativa, amateur, federativa, semiprofesional y profesional, es decir, cerca de un 25 % por ciento de la población de nuestro país, el 80% de esa comunidad deportiva hace sus prácticas dentro de los clubes de barrio.

Decir que el país no cuenta con una política deportiva acorde a lo que esa gran comunidad de más de 10 millones de personas se merece es una obviedad en un país donde no se reglamentan dos de las leyes más que necesarias para esta comunidad, como lo son la Ley Nacional de Clubes de Barrio y Pueblo y la Ley Nacional del Deporte, donde buscan desfinanciar el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD), un organismo creado en 2009 que ayudó a cientos de deportistas a convertirse en mejores atletas, mostrando sus resultados no solo en el crecimiento de nuestros deportistas si no en los logros obtenidos por los mismos en competencias internacionales, y donde vemos como el actual secretario de deportes de la nación, no solo malgasta fondo de becas para deportistas en militantes políticos y subsidios para clubes de barrio en clubes de golf o clubes náuticos, sino que además recomienda las empresas “amigas” para que se realicen distintas obras.

La situación es aún peor si vemos que la Secretaría de Deportes de la Nación no tiene registro de la cantidad de infraestructura existente a nivel deportivo, no sabe con qué infraestructura cuenta los más de 20000 clubes que hay en nuestro país, no realiza estudios a la hora de invertir en infraestructura deportiva, no sabe con exactitud cuántas personas practican cada disciplina, cuáles son las edades de quienes practican estas disciplinas.
En la Secretaría de deportes todo es discrecional, sin planificación, sin cumplir las leyes y se reparte el dinero, que corresponde al desarrollo y fomento de los clubes de barrio, según la idea del mandamás de turno, dejando en claro lo lejos que estamos de la política pública que nos merecemos.

Pero dentro de este desorden hay sectores que la pasan peor que otros, el sector más perjudicado dentro del deporte nacional es el de los clubes de barrio, ese gran tesoro que tenemos como sociedad, ese espacio de encuentro que no solo se hizo cargo de la formación deportiva de nuestros niños y jóvenes, sino que atesoran la cultura de nuestros barrios por más de 100 años y con el correr de los años se han convertido en el tercer lugar de socialización de nuestros niños y jóvenes junto al hogar y la escuela, son la cuna de todos nuestros grandes campeones, la primer casa de leyendas como Diego Maradona, Carlos Monzón, Emanuel Ginóbili, Lionel Messi, Paula Pareto, Luciana Aymar, por solo citar algunos ejemplos, son las instituciones que le prestan gratuitamente sus sedes a la escuela pública para que nuestros niños hagan gimnasia, que abren las puertas de sus instalaciones en cada catástrofe, que son solidarias con otras ONGs brindando todo lo que tienen para que otros hagan usos de sus espacios, clubes donde se hicieron elecciones para elegir autoridades en plena dictadura militar, que se opusieron a las sociedades anónimas deportivas en los 90, que se convirtieron en clubes de trueque y comedores comunitarios y hasta albergue para los sin techo cuando el país se desintegraba en la crisis económica de principio del corriente siglo, instituciones que albergaron en sus más de 100 años de historias a próceres de nuestra cultura como, Gardel, Goyeneche, Leonardo Favio, Sandro, Palito Ortega, por citar a algunos artistas, que en bailes populares convocaban multitudes demostrando el importante rol deportivo, social y cultural que cumplen nuestros clubes en cada barrio de nuestra patria.

Hoy en día nuestros clubes no puede hacer frente al peor tarifazo en los servicios públicos (agua, luz, gas) sufrido junto al total de las entidades de bien público en su historia, que ya acumula casi un 1500 % desde que comenzaron en cada servicio, pero a nuestro entender es vital entender estos factores, ya que impactan en gran medida de forma desfavorablemente en el balance económico de los clubes, tan importante para poder encontrar soluciones de fondo y dar las discusiones que no nos permiten dar o que no les conviene que demos como instituciones, para seguir en saldo positivo el balance social de los clubes, sociedades de fomento y bibliotecas populares, como se viene dando desde el nacimiento de cada entidad de bien público.

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