MANIFIESTO DEL OBSERVATORIO DE POLÍTICAS PÚBLICAS DE LATINOAMERICA Y EL CARIBE EN DEPORTE, EDUCACIÓN FÍSICA, ACTIVIDAD FÍSICA, JUEGOS INDÍGENAS, RECREACIÓN Y TIEMPO LIBRE
La consolidación de la
democracia, la integración regional y la cooperación internacional
que promueve el Foro MERCOSUR Latinoamericano del Deporte, la Educación Física y la
Recreación dependen del trabajo en conjunto,
colaborativo y solidario de sus integrantes y representantes.
En este sentido, el Foro MERCOSUR,
en coordinación con todas aquellas instituciones,
organizaciones, pueblos, comunidades, entidades públicas o
privadas que la integran, se comprometen a trabajar por un objetivo común en materia de
políticas públicas en el marco de su carta de
principios, especialmente aquellas que refieren a:
·
reafirmar la defensa, el reconocimiento y el acceso a la
educación física, el deporte
y la recreación, como derecho constitucional y
social imprescindible de todos los pueblos que forman parte importante del
patrimonio histórico de la humanidad y del proceso
dialéctico de construcción el desarrollo
humano y comunitario, debiendo ser garantizado por los Estados Nacionales
Soberanos;
·
identificarse con la democracia como camino para llegar a
los objetivos relacionados con la construcción de políticas públicas,
propuestas y plataformas que se encaminan para la integración
latinoamericana, comprometidas con la construcción de una
sociedad centrada en los principios de igualdad, justicia y soberanía de los
pueblos.
El campo de estudios de las políticas públicas es vasto,
heterogéneo y misceláneo. Aun
reconociendo un objeto de estudio específico, no admite ‒ni postula‒ una única forma de
acercarse al mismo.
Frohock (1979), describe a las políticas públicas como
patrones de acción para resolver conflictos y
proveen incentivos a la cooperación.
Vargas-Alzate, L. F., & Merchán, A. M. A.
(2015) plantean que el enfoque de políticas públicas empezó a difundirse en
América Latina tan solo en los años noventa y, a
partir de principios de este siglo, los estudios de caso se pusieron de
actualidad y empezaron a generar un volumen significativo de datos y
publicaciones, acompañados por múltiples
iniciativas académicas y el surgimiento de
observatorios y grupos de investigación públicos y privados
que han dado origen a diferentes concepciones epistemológicas.
En tal sentido, la concepción de las políticas públicas está determinada por
un sin número de factores, entre los que se
encuentran el tipo de democracia, el modelo de Estado, el papel de los actores,
las condiciones del territorio junto a sus capacidades endógenas y actores,
entre otras. Ello ha llevado a que se establezcan diferentes modelos y
definiciones epistemológicas que cada Estado y cada
subsector, de acuerdo a su identidad cultural, a su nivel de participación democrática y a su
decisión política, implementa a su manera.
A nivel mundial, se ha hecho cada
vez más necesaria la implementación de medidas que
atiendan de forma eficiente la gran cantidad de necesidades y problemas que aquejan
a la sociedad. Una de ellas, sumamente eficaz para dar solución a los
problemas públicos, es la formulación de las políticas públicas. Éstas recogen, en
mayor o menor medida, las necesidades de la comunidad, y su aplicación en los planes
de desarrollo posibilita el desenvolvimiento de los diferentes sectores.
Las políticas públicas se
desarrollan en la interacción entre actores con diferentes
grados de participación, cooperación y autonomía, en escenarios
y contextos diversos: institucional, gubernamental, público,
territorial y/o regional.
En concordancia a lo anterior y
para efecto de este manifiesto, citando a Gutiérrez (2017) podríamos definir a
una política pública la como “una decisión pública que tiene
incidencia en el sector del deporte [podríamos extenderla
a otros campos, como la educación física y la
recreación], en un territorio específico, que se
construye bajo la lógica de un juego de actores,
posibilitando el desarrollo de alianzas público-privadas,
para que a través de los programas de gobierno se
puedan cumplir los fines del Estado, y que se evidencia mediante una agenda pública (entendida
ésta como un conjunto de niveles donde los actores tienen
la certeza de los problemas, de la decisión tomada y de
sus formas de medición)”.
Sostenemos que las políticas públicas de los países
latinoamericanos, a partir de estas interacciones, alianzas y cooperaciones
entre diversos actores, deben encaminarse al desarrollo de planes y programas
en educación física, recreación, deporte y
juegos indígenas en pos de la inclusión y el
mejoramiento de la calidad de vida de todos los pueblos y comunidades.
ANTECEDENTES
La Carta Internacional de la
Educación Física y el
Deporte de 1978 y la Carta Europea reformulada en 1992 reconocieron el derecho
al ser humano de acceder a la educación física y el
deporte, (y la recreación se diría) y
encomendaron a los poderes públicos la oferta de programas
adaptados a las necesidades individuales y sociales, considerando las
condiciones institucionales, culturales, socioeconómicas y climáticas de cada país, y la gestión y puesta a
disposición de instalaciones para la práctica del
deporte (la educación física y la
recreación, se podría agregar) de la
ciudadanía. En este sentido, el interés de los
gobiernos por el deporte ha seguido caminos diferentes. En algunos países las políticas públicas han dado
prioridad al deporte de alto rendimiento, en otros al “deporte para
todos”, a la inclusión social, al
fomento de la convivencia y cohesión social, al
desarrollo del propio país o a determinadas áreas. También hay países que han
planificado el deporte con una visión más integral,
relacionándolo con otras políticas públicas como las
sanitarias o las educativas (Brittain, 2004; De Bosscher et al., 2009; Elling
et al., 2001; Girginov y Sandanski, 2008; Green and Collins, 2008; Liu, 2009;
Ortegón, 2013; Puig et al., 2010).
En cuanto a la recreación, es preciso
reconocer que ha estado históricamente subordinada al deporte y
a la educación física, por lo que
avanzar en el acceso a los derechos recreativos implica reconocer que éste es un campo
con desarrollo y características propias. Lo mismo podríamos decir
respecto a los juegos indígenas, que han estado históricamente
invisibilizados.
En el año 1980, la
Asamblea General de las Naciones Unidas reconoce el derecho a la recreación al expresar
que “después de la nutrición, salud,
educación, vivienda, trabajo y seguridad
social, la recreación debe considerarse como una
necesidad básica, fundamental para su
desarrollo.”
Al respecto, la UNESCO (2015), con
el apoyo de diversos organismos internacionales (Comité Olímpico
Internacional, el PNUD, UNICEF, la OMS, y otros) publicó el texto “Educación Física de Calidad”, una guía para los
responsables políticos en la que se proponen
alternativas para el desarrollo de la política pública en atención a los diversos
contextos y poblaciones. Se resalta la preocupación de estos
organismos por un enfoque inclusivo en materia de género,
discapacidad y grupos minoritarios, así como una visión de la educación física que
contemple la flexibilidad curricular, alianzas comunitarias, un seguimiento y
garantía de calidad, una alta formación del
profesorado, y la necesidad de instalaciones, equipos y recursos necesarios.
Preocupaciones que, claramente, las tenemos en el radar de nuestros diversos
contextos en latinoamérica, por lo que se requiere abogar
por satisfacer estas necesidades, a fin de que genere un acceso digno a estas
prácticas para toda la población.
Con mayor fundamento hoy en día cuando nos
encontramos en medio de una pandemia mundial que ha obligado al confinamiento y
la restricción de las prácticas
corporales, deportivas y recreativas, cobra vital importancia el desarrollo de
políticas públicas que atiendan a la salud
integral y al bienestar, y contribuyan a la convivencia, la paz y el buen vivir
de nuestros pueblos.
Creemos también que en este
contexto es necesario profundizar los avances en materia de derechos que se
dieron en los últimos veinte años, a partir de
las acciones llevadas adelante por los gobiernos populares y progresistas de la
región, y de la activa participación de diversos
movimientos sociales, en pos del fortalecimiento de las democracias y la
integración regional.
Por todo ello, hacemos un llamado
de atención a los gobiernos para que acojan
las recomendaciones de los diferentes organismos internacionales, entre ellos
la UNESCO, sobre la concepción de la actividad física, el deporte
y la recreación como derechos humanos y sociales,
propiciando así el fortalecimiento del Estado en
la garantía de los mismos.
En tal sentido, nos manifestamos a
favor de políticas públicas que
favorezcan:
·
la participación activa de las
organizaciones, movimientos sociales, universidades, comunidades, pueblos y
naciones indígenas en el diseño de las políticas públicas en
educación física, deportes,
recreación, juegos ancestrales y prácticas
corporales de los pueblos y naciones indígenas, pues más Estado y más participación social hacen a
una mejor política pública;
·
el reconocimiento de las autonomías y relaciones
de los campos de la educación física, el deporte
y la recreación;
·
el respeto a la pluralidad y a las identidades de los
pueblos, así como a la obligación de los Estados
de cumplir con el artículo 169 de la OIT, a la consulta
libre, previa e informada a los pueblos y naciones indígenas sobre cuáles serían las políticas públicas que los
beneficien;
·
el acompañamiento y promoción del diálogo entre
referentes, instituciones y comunidades implicadas en el desarrollo de la
educación física, el deporte
y la recreación, mediante el cumplimiento del
principio de diversidad cultural, reconociendo el aporte de los diferentes
pueblos indígenas latinoamericanos a la
construcción y riqueza cultural de todas las
naciones;
·
la contribución a los pueblos
y comunidades indígenas para el fortalecimiento de la
educación física, el deporte
y la recreación, en el ejercicio de sus derechos
culturales y en la protección de su patrimonio cultural,
reconociendo y respetando los saberes y las culturas tradicionales;
·
la integración regional y la
democratización de la educación física, el deporte
y la recreación;
·
la formación permanente y avanzada de los
profesionales de la educación física, la
recreación y el deporte;
·
la consolidación de
observatorios entre la academia y la ciudadanía, que
identifiquen y propongan estrategias para satisfacer las necesidades humanas
fundamentales a través de la educación física, la
recreación y el deporte;
·
el diseño de planes nacionales y
regionales, así como también de normativas
que impulsen y regulen su desarrollo;
·
la creación y sostenibilidad de políticas de Estado
a mediano y largo plazo, enmarcadas en objetivos estratégicos para los
campos de la educación física, el deporte
y la recreación.